Volturnalia era una fiesta romana que se celebraba para proteger la fruta aún madura del deterioro de los vientos cálidos del sureste (común en esta época del año). Durante el festival se adoraba a Volturnus, el dios del río y el viento del sureste.
Volturnus fue la divinidad original de los ríos, posteriormente identificado como el dios del Tíber. Fue traído a Roma en el siglo II a. C. El río Volturno que fluye en el sur de Italia toma su nombre de él. Volturnus fue el padre de la diosa Juturna, quien originalmente fue la protectora del manantial de Lazio cerca del río Numicus, luego del estanque cerca del Templo de Vesta en el Foro Romano.
En su honor ese día se realizaron fiestas, se bebió vino y se organizaron juegos. El protector de la deidad era el sacerdote Flamen Volturnalis.
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