Katalin (conocida hoy como Caterina en italiano) vivió en el siglo XV. Era hija del palatino húngaro Nicola II Garai y segunda esposa del conde Enrique VI de Gorizia. Se la recuerda como una mujer bastante violenta: se decía que tenía 7 grandes daneses que se ponía los que no le gustaban. También le gustaba mucho el dinero y todo tipo de objetos de valor, y usaba a sus perros para proteger su tesoro secreto.
Tras la muerte de su marido, mucho mayor, siguió viviendo en el Castillo de Gorizia mientras sus hijos sucedían a su padre. La historia cuenta de un viajero en una misión para entregar una gran cantidad de dinero que buscó su hospitalidad, solo para ser asesinado por Katalin con la ayuda de un servidor de confianza. Se dice que los invitados más desafortunados encontraron su final en circunstancias similares.
En el momento de su muerte, en algunas versiones a manos de su propio sirviente, el diablo le quitó el cuerpo y el alma. Su tesoro también desapareció y nunca más lo volvería a encontrar un alma viviente.
Se dice que aparece en los muros del castillo cada siete años, con una túnica blanca y un largo cabello negro que fluye, con sus siete grandes daneses aullando. Algunas versiones de la leyenda para niños dicen que cualquier persona lo suficientemente valiente como para acercarse a ella podría preguntarle dónde está escondido el tesoro y liberarla de su tormento fantasmal. La variante menos optimista garantiza que cualquiera que tenga la mala suerte de cruzarse en su camino encontrará su fin como comida para perros fantasmas.
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