De occulta philosophia es el nombre que dio Heinrich Cornelius Agrippa a su obra más importante, a la que dedicó unos veinte años, desde 1510 a 1530. El texto se publicó en cuatro libros, el primero de los cuales fue en París en 1531.
La filosofía oculta es magia, considerada "la ciencia verdadera, la más alta y perfecta filosofía, en una palabra la perfección y cumplimiento de todas las ciencias naturales". El autor describe la existencia de tres mundos: el Elemental, el Celeste y el Intelectual, al que corresponden tres ciencias, la Física o Magia natural que investiga la esencia de las cosas terrenales, la Matemática o Magia celeste, que estudia el movimiento de las estrellas y teología, que trata de Dios y la religión, así como del diablo, ritos, fiestas y misterios. La expresión filosofía oculta quiere subrayar su naturaleza como ciencia, ya que la filosofía es la ciencia de las cosas materiales y espirituales, pero también el hecho de que, como es oculta, está reservada a unos pocos.
Los elementos que constituyen los cuerpos terrestres son cuatro: agua, aire, tierra y fuego. Cada uno de ellos se opone a su contrario. Refiriéndose a la filosofía platónica, Agrippa describe seis propiedades más de los cuerpos: claridad, rarefacción y movimiento, oscuridad, densidad e inmovilidad. Obran maravillas fácilmente y sobresalen en la magia natural ".
Agripa distingue los elementos en tres órdenes, al primero pertenecen los elementos puros e incorruptibles, al segundo elementos impuros y, al tercero, que también es el más misterioso, se compone de elementos disímiles que continuamente se transforman uno en otro: "a través de ellos pueden obrar maravillas en todas las cosas naturales, celestiales y supra-celestiales, así como en la magia tanto natural como celestial se llega a conocer y predecir el futuro y de ellos desciende el exterminio de los demonios malignos y la reconciliación con los buenos espíritus"
No solo los elementos tienen un cierto poder, sino también los objetos, poderes que decimos ocultos ya que no conocemos las causas ni el espíritu humano no puede entenderlos. Los poderes ocultos derivan de las ideas, entendidas platónicamente como formas puras y eternas, que son infundidas en las cosas por el Alma del Mundo: "todas las cualidades ocultas esparcidas sobre hierbas, piedras, metales y animales a través del sol, la luna, los planetas y estrellas que son superiores a los planetas. Y este espíritu nos será tanto más útil cuanto más sepamos separarlo de los demás elementos y mejor sepamos aprovechar las cosas en las que habrá penetrado más abundantemente ».
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